En el primer artículo sobre pensamientos disfuncionales ya se planteó la importancia de tener en cuenta mi forma de interpretar la realidad con respecto a los HECHOS OBJETIVOS, para así comprender las emociones que nos generan los sucesos que vivimos. Así, se planteó como hacer frente a estos pensamientos con algunas sencillas preguntas.
En este artículo vamos a señalar algunos de los pensamientos disfuncionales que soleemos utilizar con más frecuencia y sobre todo veremos con qué tipo de expresiones verbales solemos hacerlos explícitos.
Probablemente, al leer por primera vez este tipo de pensamientos, resultará difícil verte reflejado y aceptar que algunos de ellos son habituales en nuestro día a día. Sin embargo es cierto que algunas de estas formas de pensar suelen actuar como motor de recepción, análisis e interpretación de la realidad, especialmente, cuanto más vulnerables nos encontramos (por ej., perder un partido, no llegar a la marca esperada), lo cual transciende ya no solo a una forma de expresarse y de pensar, si no de sentir.
Lo que aquí queremos plantear es que lo primero que podemos hacer cuando algo no nos ha gustado, y nos ha hecho sentir mal, es identificar qué pensamiento ha generado tales sentimientos para entonces, poder aplicar alguna forma más racional de interpretar la realidad, y con ello, modificar (o aliviar) nuestra emoción). A continuación, os presentamos algunos de esos tipos de pensamientos más habituales
Si a veces te ves reflejado con algunos de estos tipos de pensamiento, date por satisfecho. Has sido capaz de verlo de forma objetiva y ese es el primer paso para comenzar a cambiarlos. Recuerda que hay algunas preguntas sencillas bastante eficaces para poder comenzar a racionalizar lo que mi pensamiento ha convertido en irracional. Por ejemplo:
– ¿He tenido alguna experiencia en la que, lo que dice este pensamiento, no haya ocurrido así?, ¿Me permite esa experiencia asegurar que lo que dice este pensamiento no es SIEMPRE cierto?
– Si mi mejor amigo/a o alguien a quien yo quiera mucho, tuviese este pensamiento, ¿qué le diría?
– Si mi mejor amigo o alguien que me quiera mucho supiera que estoy pensando esto, ¿qué me diría?, ¿qué pruebas me daría para demostrarme que lo que estoy pensando no es 100 % verdad?
– Cuando me he sentido de esta forma en el pasado, ¿qué pensaba que me podría hacer sentir mejor?
– ¿He tenido esta clase de situaciones antes?, ¿qué ocurrió? ¿hay alguna diferencia entre esta situación y la anterior?, ¿qué he aprendido de las experiencias pasadas que pueda ayudarme ahora?
– ¿Hay alguna pequeña cosa que me contradiga mis pensamientos y que no esté considerando? ¿Algún detalle pequeño que contradiga mis pensamientos y que se me haya pasado?
– Dentro de 5 años, si pensara en esta situación, ¿la miraría de la misma manera o la consideraría de forma distinta?
– ¿Hay alguna cosa positiva o cualidad en mí o en esta situación que esté ignorando?
– ¿Estoy sacando conclusiones que no tienen demasiada base en la realidad?
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