El running es cada vez más popular entre gente de todo tipo, y eso hace que cada vez haya más información, más publicidad, más material… en general. Un gran mercado que gira alrededor de correr y que en muchas ocasiones, nos genera unas «necesidades» que no necesitamos.
Ante esta situación, el corredor puede llegar a perder el norte y no saber realmente qué es lo necesario.
El marketing en torno al running es inmenso y es que realmente vende: las zapatillas último modelo de 300€ están a la orden del día y cualquier corredor lleva un reloj con GPS con un precio mínimo de 200€, unas gafas especiales, medias de compresión…
¿Realmente todo esto es necesario?
La respuesta fácil es NO. Cualquier corredor de a pie con unas zapatillas básicas (pero buenas) del mercado y un cronómetro puede hacer perfectamente todo tipo de entrenamiento y competición.
LA MALDICIÓN DEL RELOJ GPS
Nos vamos a centrar en este tipo de herramienta. Aunque es muy útil tener un reloj que te mida la distancia/ritmo/FC…, cuando nos hacemos totalmente dependientes del reloj y queremos seguirlo al pie de la letra, en muchos casos es perjudicial para el entrenamiento.
Por ejemplo: mucha gente va a hacer entrenamientos a una pista de atletismo (en la cuál las medidas son exactas) y en vez de controlar la distancia que realizan por la medida de la pista, solo toman como referencia lo que les marca su GPS, siendo esta, en la gran mayoría de ocasiones, una medida inexacta.
Hay que tener en cuenta que el GPS no mide 100% exacto, y si además la medida es dando vueltas en una pista, suele ser más impreciso aun. Por lo tanto, si tomo como referencia lo que marque mi reloj es casi seguro que no estaré haciendo la distancia correcta, y el ritmo que creo que llevo (el que marca mi reloj) no es el ritmo real.
En este post vamos a explicar las razones por las cuales debemos usar el reloj cómo herramienta, no cómo dueño y señor de nuestros entrenamientos.
DISTANCIA
Lo más importante a la hora de trabajar con relojes y GPS es saber que no es 100% fiable en cuanto a la distancia que marca como hemos dicho antes. ¡Es fácil que nuestro reloj mida 200m y que realmente hayamos hecho 180m. o 220m.! Incluso haciendo varias veces la misma distancia saliendo del mismo punto y llegando al mismo punto, la gran mayoría de las veces el GPS va a marcar medidas distintas. Esto indica que siempre hay un margen de error.
Siempre debemos fiarnos de pistas de atletismo o la distancia que marcan las carreras homologadas antes de pensar que nuestro reloj tiene la verdad absoluta. Incluso cuando hagamos series en zonas que no estén medidas, es mejor que lo midamos previamente, y luego lo hagamos en esa zona previamente medida para tener referencias claras. Así nos aseguramos de poder comparar el tiempo de unas series con otras por el rendimiento real que he tenido, sin tener en cuenta el margen de error que ha podido tener el reloj.
RITMO
A la hora de realizar un entrenamiento, mirar el ritmo instantáneo que indican los rodajes, no suele sur muy fiable. Suele oscilar bastante, especialmente cuando haces entrenamientos rápidos, lo que hace que tengas que ir acelerando y frenando para mantener un ritmo “ideal”, en vez de realmente correr de manera constante.
En los rodajes, mirar de vez en cuando el ritmo medio que nos indica el reloj, nos puede ayudar a tener referencias y llevar un ritmo constante, pero nos puede perjudicar si abusamos, perdiendo la capacidad de auto regularnos.
Es decir, está bien tener una referencia para controlar el ritmo en algunos entrenamientos, pero estar mirando constantemente el reloj hace que seamos incapaces de controlar los ritmos por nosotros mismos, e incluso puede que el reloj nos confunda.
FRECUENCIA CARDIACA
Es habitual usar la frecuencia cardiaca cómo referencia de intensidad en los entrenamientos, pero aquí también nos encontramos poca fiabilidad, sobre todo cuando usamos solo la referencia de la muñeca, ya que la mide con unos sensores ópticos (las luces verdes) que no tienen mucha fiablidad, especialmente con el movimiento durante el ejercicio.
Lo mejor para trabajar con frecuencia cardiaca es el uso de las bandas de pectoral, conectadas al reloj, que miden la frecuencia cardiaca a través de electrodos.
En resumen, el reloj es una herramienta muy útil que nos puede ayudar a mejorar el entrenamiento, siempre y cuando sea utilizado de forma sensata y que sea eso, una herramienta, no la referencia en torno a la cual gira el entrenamiento entero. Pero con un reloj de 10€ se pueden hacer los mejores entrenamientos del mundo.
APLICACIONES TIPO STRAVA
Las aplicaciones de las marcas de GPS (Garmin, Polar…) o aplicaciones generales como Strava, también han provocado que en ocasiones la única motivación de los corredores sea realizar el entrenamiento para publicarlo después. Ante esto, en algunos casos pasa una cosa inaudita: si el deportista se queda sin batería o no le funciona bien el reloj, finaliza el entrenamiento, o pero aún, ni lo empieza.
Incluso, ha llegado un punto de que la gente para su reloj antes de acabar un entrenamiento porque ve que su ritmo va bajando, solo para que al subir los datos a la App (Strava, etc.) figure que ha tenido un mejor rendimiento del que realmente ha tenido contando la última parte del entrenamiento que ha decidido no guardar.
ZAPATILLAS
En los últimos años han aparecido las zapatillas con placa de fibra de carbono, y que realmente ayudan a tener un mejor rendimiento actuando como un muelle propulsor. Estas zapatillas cuestan entre 200-350€, y realmente no son aconsejables para todos los públicos. Son de gran utilidad para gente con buena técnica de carrera, pero no así para personas que talonan mucho y corren a ritmos bajos (<5’30»/km).
Aun así, es muy común ver a todo tipo de gente con estas zapatillas, por la creencia de que las zapatillas van a hacer que corran más, cuando realmente no es así.
RESTO DE GADgETS
También es muy común ver a muchos runners con medias o perneras de compresión, con manguitos en los brazos o gafas especiales para correr. Cada uno de estos artilugios, tienen su utilidad en ciertos momentos, situaciones o características personales. Pero ha llegado un momento que los corredores se equipan con todos estos elementos sin saber para que los llevan, simplemente porque «alguien» también lo lleva.
CONCLUSIÓN
Muchos runners creen que comprar todos los artilugios habidos y por haber, y comprar las zapatillas más caras del mercado van a hacer que mejore su rendimiento por arte de magia.
Pero en la mayoría de ocasiones nos olvidamos de que lo que realmente va a hacer que mejoremos es entrenar de forma constante, organizada y efectiva. Y en esto último, es donde muchas veces se nos olvida poner el foco.