El entrenador personal desarrolla un papel muy importante dentro del gremio sanitario, sobre todo tras alguna lesión o dolor crónico.
Al pensar en entrenadores personales o preparadores físicos, algunas personas quizá tengan en mente la imagen de un hombre musculoso dentro de un gimnasio forzando a otro sujeto hasta dejarlo exhausto.
Sin embargo, un entrenador personal es mucho más que eso. Dentro del gremio sanitario, un entrenador puede ayudar a quienes padecen algún tipo de dolor crónico, ya sea por alguna lesión o una enfermedad degenerativa. ¿Cómo lo hacen?
Activar el cuerpo
Desde un punto de vista saludable, un entrenador es un especialista enfocado en el bienestar físico, más que en el estético.
Una persona que sufre de dolor crónico, que tuvo alguna lesión o que simplemente quiere mejorar la salud física de su cuerpo, no necesita pasar horas en el gimnasio.
Con las rutinas y ejercicios correctos, mejorará su calidad de vida… más allá de la apariencia.
Beneficios de ponerse en movimiento
- El cuerpo adquiere una mayor flexibilidad.
- Pueden prevenirse otros problemas físicos mayores.
- Se controla mucho más el deterioro físico.
- Mejoran las funciones básicas del organismo.
- Se consigue aliviar el dolor.
- Se mejora la sensación de bienestar.
- Pueden prevenirse más lesiones.
- Implica al paciente, de manera activa, en su recuperación.
Eso es justo lo que hacen este tipo de entrenadores. Son expertos en la readaptación y recuperación física de un paciente. De esta manera, el entrenador personal y la rehablitación física van de la mano.
Los expertos en entrenamiento personal pueden ayudar a desarrollar, mantener y recuperar la máxima funcionalidad y movilidad del individuo.
Entrenar sin sobre exigencias
Al sufrir alguna lesión o dolor crónico, algunas personas siguen la recomendación de permanecer en reposo. Pero después de un tiempo, es momento de retomar las actividades físicas. Tu guía en esa transición es un entrenador personal.
Claramente, no se trata de un entrenador que ayude a aumentar la masa muscular o a quemar calorías. Es más bien un especialista que sabe que ejercitarse hasta sufrir no es lo mejor para una persona que vive con dolor.
Por lo tanto, no se trata de ponerse en forma, que también, sino de ejercitarse para estar mejor.
Esto se debe a que, en casos de lesiones y dolores agudos o crónicos, las personas deben iniciar un proceso de rehabilitación y readaptación. Y para lograrlo y recuperarse, es necesario trabajar en el cuerpo con ejercicios específicos y terapéuticos.
¿Qué alternativas existen?
Lo más importante que debe considerarse al hablar de ejercicios terapéuticos es que deben ser personalizados. Para una correcta ejecución, sólo un experto determinará y guiará el tipo de ejercicio y la cantidad de repeticiones.
- Entrenamiento Funcional: Es una de las alternativas más completas, pues mejora la psicomotricidad, fortalece el cuerpo, se adquiere mayor fuerza, hay un mejor equilibrio y coordinación, refuerza el sistema inmunológico, ayuda a la concentración y disminuye el estrés. Además de ofrecer ejercicios muy variados, otra de sus ventajas es que, al hacerse en grupo, puede aumentar las relaciones sociales, el trabajo en equipo y promover la autoconfianza.
- Masajes: Consisten en la manipulación de los tejidos blandos del cuerpo, para estimular los sistemas nervioso y muscular.
- Relajación: Consiste en desenfocar la atención en el dolor y dirigirla hacia otro punto, con el objetivo de disminuir la tensión.
- Compresas frías o calientes: Lo frío ayudaría a disminuir la inflamación y el dolor, mientras que lo caliente aumentaría el flujo sanguíneo.
- Terapia de electroestimulación: Puedes aplicar esta terapia en aquellos sitios donde se tenga molestias luego del entrenamiento físico. Se utilizan electrodos localizados en la zona afectada, y mediante corriente eléctrica, se bloquea la sensación de dolor incluso antes de que el mensaje llegue al cerebro.
Entrenadores del bienestar
Como puede verse, el entrenador sería mucho más que un hombre lleno de músculos o una mujer súper tonificada exigiendo 50 sentadillas. Con su apoyo, muchas personas han logrado aliviar el dolor crónico que padecen.
Y eso es gracias al trabajo en equipo. Del entrenador, por supuesto, pero también de un equipo de fisioterapeutas, médicos, especialistas, cuidadores formales e informales y, claramente, el propio paciente.
Pero si, el entrenador también tiene algo que decir y aportar dentro de todos los profesionales de la salud.
El dolor crónico no es una condena. Con el debido acompañamiento, las personas pueden vivir de una manera mucho más plena.