Acaba el año. Nuevos propósitos, nuevos proyectos y muchos objetivos, pero… ¿cuánta motivación? Esta es la cuestión y la clave. ¿Por qué nos cuesta tanto dar el primer paso? ¿Por qué hoy tampoco es el “momento”?
Sentimos inseguridad, pereza y miedo. ¿Por qué se hace tan cuesta arriba? El ejercicio al aire libre, los gimnasios…nos queda lejos.
Bien, pues hay un poco de todo. La razón en muchas ocasiones, es, ya sabemos, por falta de motivación. El salir de la zona de confort supone siempre un esfuerzo, una barrera a derribar. Es por esta desestabilización de la rutina, por lo que nos cuesta tanto aceptar los cambios. El momento perfecto para comenzar algo nunca llega.
Pero también es posible que la razón por la que te cueste tanto estar activo físicamente no pase por tu falta de voluntad, sino por el simple hecho de cómo eres. Es decir puede que esas excusas con las que intentas justificar tu vida sedentaria, tengan su explicación.
Y es que pese a tener muy claro que el deporte sólo aporta beneficios tanto para la salud como para el estado de ánimo, todavía hay una parte importante de la población que no hace ningún tipo de ejercicio físico.
Parece que se debe a una condición o predisposición genética ligada al somatotipo de cada persona. Este argumento lo explicó a BBC Mundo Juan Francos Marco, licenciado en ciencia deportiva del centro Alto Rendimiento. «Para alguien endomorfo es mucho más difícil cualquier actividad física que para una persona del grupo ectomorfo o mesomorfo, y eso hace que tengan más predisposición a llevar una vida más perezosa. Si hacen ejercicio es más por una recomendación médica», apunta.
La psicóloga Sherry Pagoto explicó en su artículo ´La verdadera razón por la que no hacemos ejercicio´ , publicado en la revista Psychology Today, que si nos cuesta hacer deporte es simplemente por las situaciones incómodas que se generan y no por vagancia.
Esto quiere decir que el ejercicio físico tiene unas consecuencias que no entran dentro de nuestra zona de confort. Y es que al hacer deporte sudamos, nos ensuciamos, pasamos frío o calor, nos mojamos si es al aire libre y llueve, nos lesionamos o tenemos que ejercitarnos delante de desconocidos en el gimnasio.
El ser humano está programado para buscar recompensas a corto plazo, por lo que se nos hace difícil seguir realizando deporte a diario si no conseguimos rápidamente los resultados que queremos. Por eso, se relaciona el ejercicio con recuerdos positivos de deporte para motivarnos a seguir practicándolo.
Tienes derecho
Y que quede claro. Todos tenemos el derecho a no hacer ejercicio, a acumular la grasa que queramos, a que te duela todo cada vez que hagas esfuerzos o a jadear al momento de aumentar el ritmo de tu paso.
Por supuesto, que también tienes todo el derecho del mundo a tener las enfermedades que quieras como consecuencia de tu sedentarismo, a estar apático y aburrido con tu vida, incluso a veces deprimido. Tienes derecho hasta a quejarte por no hacer nada y mirarte en el espejo y decir “a ver cuando empiezo a hacer algo” o “cómo me gustaría estar más en forma y quitarme esa grasa abdominal”.
Realmente, ¿ese es tu objetivo? ¿Hacer nada?
El momento es ahora
Si, ya has encontrado el momento. Es ahora mismo. Así que ¡empieza ya! No lo pienses, ni justifiques nada. No hay nada que pueda cambiar tu decisión. ¡Hazlo!
Las posibilidades son muchas. Seguro que al lado del trabajo, tu casa hay un gimnasio o un entrenador personal que te pueda ayudar y asesorar, a decirte por dónde tienes que empezar.
¡Está claro! La “zona de confort” nos protege de los extremos, pero…¿Estamos dispuestos a sacrificar momentos de máxima motivación, ilusión, adrenalina, felicidad y éxito por evitar momentos dolorosos, de sacrificio, derrota y fracaso?
La vida es mucho más y hay que vivirla al máximo. Si no te conformas y quieres conseguir eso que siempre has deseado, Personal Running quiere poner su granito de arena para ayudarte a conseguirlo.
Pero…¿Qué hago?
FIJA TU OBJETIVO: explora en tu interior y encuentra aquello que realmente desees.
TOMA CONCIENCIA DE SU COSTE: una vez decidida tu meta, ten en cuenta el esfuerzo, tiempo y/o cambios que va a suponer el recorrido para conseguirla. Plantea objetivos a corto, medio y largo plazo. Esto facilitará la consecución del objetivo final, haciendo el camino más motivante y ameno.
ASIMILA EL OBJETIVO Y HAZLO TUYO: se consecuente con tu decisión y acepta el objetivo tal y como es. Ahora ya sabes lo que supone hacerlo posible. Confía en tus posibilidades para conseguirlo.
BUSCA LOS MEDIOS PARA ALCANZARLO: ya has asimilado tu objetivo y es el momento de encontrar la forma de llevarlo a cabo. Dependiendo de tu objetivo, existirán diferentes opciones:
- Comenzar por ti mismo: cambiando aquellas rutinas indeseables e introduciendo nuevas rutinas saludables.
- Unirte con un grupo de personas que realicen actividad física y ejercicio al aire libre que te guste o que lleven la forma de vida que deseas.
- Incluir un apoyo online de un profesional que te guíe hacia tu objetivo de una forma coherente y progresiva.
- Formar parte de un grupo de entrenamiento del deporte que quieras, donde poder compartir tu pasión de una forma divertida.
- Contar con un entrenador personal que te oriente en el entrenamiento, te ayude a prevenir lesiones y, a alcanzar tus objetivos de la forma más eficiente posible.
FIJA UNA FECHA DE INICIO: la forma más sencilla de vencer la pereza y salir de nuestra “zona de confort” es poniendo una fecha límite y apuntándola en el calendario. De esta manera, nos podemos preparar mental y físicamente para el momento escogido.
LA ACTITUD ES LA BASE: afronta el cambio y comienza tu actividad con ilusión, ganas y alegría. Mantener una actitud positiva te ayudará a disfrutar del camino a tu objetivo, además de hacerte sentir mejor y más feliz.
CONSTANCIA-PACIENCIA-PERSEVERANCIA: la clave para cumplir tus propósitos es comprender los tiempos que conlleva cada pequeño paso, tener paciencia, creer en uno mismo y ser perseverante en los entrenamientos. Las cosas hechas con prisa y ansiedad llegan y se van, cuando las cosas se hacen bien, los resultados vienen para no marcharse.
DISFRUTA DE LOS PEQUEÑOS LOGROS: se justo contigo mism@, aprende a disfrutar y premiar tus pequeñas hazañas y los objetivos a corto plazo que vayas consiguiendo. Tu deseo final llegará y cuanto más hayas disfrutado del tiempo hasta conseguirlo, mejor.
Hazlo ahora porque a veces el «más tarde» se convierte en «nunca».
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