Hace un año que empezó mi maratón del 2015, justo después de entrar en la meta y acabar mi primera maratón . En ese momento pensé que nunca mas haría esta barbaridad aunque inconscientemente por la tarde me vi con el móvil en la mano mirando en que día caía el maratón 2015.
Desde ahí me puse en marcha para conseguir el segundo maratón e intentar bajar de 4 horas la marca, para ello me volví a poner en manos de la gente de Personal Running y en especial de Chiqui que es como un ángel de la guarda pero en forma.
El discurrir de los meses no fue para nada lo que se dice fácil, es mas parecía que los elementos no querían que este año participase, 3 lesiones de al menos un mes parado cada una, y numerosas dudas, ya que la ultima lesión fue en verano y aparte de no poder entrenar, los helados y las cenas hicieron que casi fuera mas fácil rodearme que abrazarme. Por eso el 1 de septiembre tuve que tomar una decisión o perdía 10 kilos o el maratón lo vería animando a la gente. Al final decidí que no podía fallar, que tenia una cuenta pendiente y tenia que hacerlo, y entonces encontré a mi segundo ángel de la guarda @penalba8 que obro el milagro de bajar de 102kg a 92kg y ponerme fino para la ocasión.
Pero los que de verdad me hicieron tomar la decisión y coger el dorsal fueron mis AMIGOS de la “Font de les Runners”, unirme a ellos fue lo mejor que me ha pasado este año y la gasolina necesaria para estar motivado día tras día.
El día es espectacular, con una temperatura perfecta y sin viento, al ir hacia Valencia, recojo a mi compañero de Maratón, Emilio, y quedamos con la gente de la Font que también participa, solo los veré en la salida por que no estoy al nivel de esas máquinas.
Al llegar comienzan los nervios, repaso de todo lo que nos hace falta y tras dudas y nervios vamos hacia la salida.
A las 20:55 impresionante minuto de silencio y tras 5 minutos después del pistoletazo de salida, comienza la aventura.
La primera parte es un disfrute, vamos muy bien y mola mucho ver a la gente en la calle, el ambiente, en el Km 16 esta todo el equipo de la “Font” con bandera hecha expresamente para la ocasión pero solo consigo ver a mi cuñado (Pensé que lo habían dejado tirado, es que son un poco cabrocentes…), en el Km 25 algo inesperado pasa que me hace presagiar que no va a ser un camino de rosas, Emilio se para, porque tiene ganas de vomitar y me dice que siga que no sabe que le pasa, esto es un golpe duro por que quedarme solo no estaba previsto y sigo con la duda de si Emilio estará bien. En el Km 26 por fin veo a todo el grupo de la “Font” que hace se me pase un poco el mal rollo que me ha dejado lo de Emilio, menudo espectáculo tienen montado. Entonces llego a la verdadera carrera km 30, ahí es donde la rodilla derecha decide que quiere ser protagonista de este maratón, comienza a dolerme muchísimo y no se si podre aguantar 12 km con ese dolor, ante esto bajo el ritmo y comienzo a buscar alguna postura de correr que me haga que me duela menos pero no la encuentro.
En el km 34 pienso en retirarme, el dolor no se va y aun queda muchos km hasta la meta, decido que tengo que llegar hasta el km 36 donde las mejores sonrisas del domingo están esperándome con una pancarta que se han currado y si o si tengo que llegar allí, no les puedo fallar. Con mucho pundonor llego allí y el subidón de sus ánimos y recibir el paquete para saldar la deuda que tenia desde este verano me impulsan hacia delante.
En el Km 38 la rodilla sigue doliéndome muchísimo, y me cabreo más aun, porque me doy cuenta que físicamente estoy a tope y podría conseguir el objetivo de bajar de 4 horas pero con este ritmo ya hace tiempo que lo he descartado, solo pienso en acabar aunque vuelve a aparecer la idea de abandonar. Pero en Km 40 esta nuevamente los tiFONTsi y si llego allí seguro que me llevan en volandas.
Km 40 ya no puedo mas, y de repente aparece a mi lado el presidente de la “FONT” que me coge y me dice “venga Gelan, vamos, que ya esta hecho”, lo miro y pienso que no corro solo, que al ser de ese grupo ellos corren conmigo, y llego donde están todos, no paran de chillar, de animarme, han estado toda la mañana siguiéndome a través de la App del maratón, preocupados cuando me han visto bajar el ritmo y supercontentos de ver que estaba a punto de conseguirlo, incluido mi hermana que se emociona tanto que se pone a correr a mi lado 700 metros (casi me deja preocupado por si le da algo).
Llego al km 41 con la rodilla queriendo ganar la partida y yo insultándola y diciéndole que no va a ganar, que ya veo la pasarela azul, y que a pesar de ella voy a ganar yo, y por fin el km 42, me preparo para entrar en meta, me coloco la camiseta que hará que todo este sufrimiento haya merecido la pena y llego a la recta de meta y comienzo a llorar como un niño, chillando incluso, la emoción no se puede explicar, lo he conseguido, miro al cielo y le dedico este esfuerzo a mi tita Mª Carmen que desde el cielo me ha ayudado y así lo pone en la camiseta que me he puesto. Al llegar a Meta me entrevista Levante Tv y todo y es que creo que me lo merezco.
Ya tengo la medalla, soy bimaratoniano, el tiempo 04:12h, no he bajado de 04:00h pero he mejorado mi marca en 5 minutos y con eso me conformo.
El maratón ha acabado, y lo he conseguido , y todo gracias sobre todo a mi mujer, que ha sido el isostar de la prueba siempre conmigo, a mis hijas, esto va por ellas para que sepan que con esfuerzo y constancia todo se consigue. Gracias a Vicente Royo por acompañarme este año y ser mi liebre en los entrenes, a Edu y Chema por ser mis referentes, a mi entrenador Chiqui de Personal Running por llevarme hasta la Meta y a @penalba8 por hacer posible el objetivo.
A Emilio Chuliá, por darle ese toque de buen rollo al maratón y por haberme acompañado en esta aventura, este año no has acabado pero mi medalla es tuya, y el año que viene lo acabaremos sin ninguna duda.
Y a la gent de la “Font de les Runners”, com es diu en Valenciá sou collonuts.
Y gracias a esos miles de aplausos anónimos, que nos llevaron hasta la meta.