Personal Running es entender la actividad física orientada totalmente a la salud pero de manera personalizada
OCTUBRE DE 2010
¿Por qué esa fecha? Porque justo fue cuando empezamos el Máster de Especialista Universitario en Entrenamiento Personal en la Universidad Politécnica de Madrid.
Los dos habíamos estudiado Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) en esa misma Universidad y fuimos juntos a clase durante los 5 años de la carrera (2005-2010). Al acabar la misma decidimos que queríamos hacer ese Máster porque teníamos claro que queríamos orientar nuestros estudios hacia la rama de salud, ejercicio y bienestar. Siempre quisimos ayudar a los demás a que basarán su estilo de vida en el que nosotros basamos el nuestro desde pequeñitos y pensamos que el Máster de Entrenador Personal era el camino perfecto para seguir formándonos.

En esa época, el entrenamiento personal estaba más ligado a la clase alta y adinerada y no se entendía como una forma de cuidarse y de invertir dinero en la salud de las personas. Estaba más visto como una “pijada” propia de gente que quería presumir de ello.





LA PRIMERA PIEDRA
Seguíamos estudiando el Master (acababa en junio de 2011) pero al mismo tiempo empezamos a dar forma al proyecto.
Ni mucho menos se creó con la idea que hoy en día tenemos. Solo queríamos “jugar” a tener un negocio, a dar forma a una web, unas tarjetas, a buzonear panfletos, a ir a carreras con camisetas de “Personal Running”, a contar con nuestros amigos y familiares para ir consiguiendo clientes con los que ir probando…
Ambos teníamos otros “trabajos” para sacarnos unos eurillos porque “Personal Running”, como juego que era, no nos daba dinero, simplemente era una ilusión, un sueño… que nos mantenía entretenidos.
Poco a poco, a base de muchísima ilusión, tiempo, trabajo, esfuerzo y más ilusión, “Personal Running” fue cogiendo una forma más real y empezó a ocupar todo nuestro tiempo 24/7/365.
En esta primera etapa nos dimos cuenta de lo espectacular que es este trabajo. Gran parte de la gente quiere entrenar a primera hora de la mañana (antes de ir a trabajar) o a última hora de la tarde (después de trabajar). Este horario te hace valorar mucho lo que estás haciendo.
Es genial levantarse por las mañanas con la ilusión de llegar a casa de alguien para ayudarle a afrontar el día con más ilusión y energía, para acompañarle en esa aventura, esfuerzo y sacrificio que está haciendo, levantándose tan pronto, para conseguir sus sueños y retos. Pero también te das cuenta que acabas el día saliendo por la puerta de las casas o de los parques con la felicidad de dejar a una persona contenta y satisfecha con el trabajo realizado, y que seguramente has conseguido no sólo ayudarle físicamente sino también mentalmente si el día no le ha acompañado.
EL DIFÍCIL MOMENTO DE DELEGAR.
Poco a poco íbamos asentando ideas, conceptos, creando proyectos, servicios… casi sin tiempo para digerir cada uno de los pasos que íbamos dando. Aparecía otra idea, otro proyecto… Nuestra cabeza nunca paraba de trabajar y crear.
La labor de entrenador personal empezó a mezclarse con la de gestor, administrador, creativo, “community manager”, director… No dábamos abasto con todo y el estrés empezó a apoderarse de nosotros.
En la Licenciatura y el Máster nos formaron para ser entrenadores y todo lo que eso conlleva a nivel de ejercicio, salud y bienestar de las personas, pero nadie nos formó en cómo gestionar un negocio, y toda esta parte de montar una empresa era un constante ensayo – error.
Todos nuestros amigos, familiares y clientes nos lo decían y nos lo pedían: “tenéis que empezar a delegar”, pero esa NO mentalidad empresarial no nos permitía dar el paso porque pensábamos que solo nosotros seríamos capaces de hacer las cosas bien en nuestro negocio y que nadie sabría hacerlas igual que nosotros.


Estábamos al límite. No íbamos alineados con el mensaje que intentábamos día tras día inculcar a nuestros clientes: “tenéis que cuidaros”, “no podéis llevar este ritmo de vida”, “hay que descansar”, “tienes que comer bien”, “pensar más en vosotros y no en los demás”, “si tú no estás bien ¿qué más da cómo esté el resto de personas?”.
¿Se puede trabajar intentando ayudar a la gente a adoptar un estilo de vida saludable cuando el tuyo va en la dirección opuesta? Nos estábamos dejando la vida en ayudar a cientos de personas y habíamos descuidado totalmente nuestra salud y ayudarnos a nosotros mismos y los avisos cada vez eran más claros y preocupantes en nuestra salud física y mental.
La situación se desbordó y ya no daba para más. O delegamos o “moriríamos de éxito” como nos decía todo el mundo. Incluso llegamos a perder un poco la ilusión por el estrés constante de vida que teníamos y no poder llegar a todo.
Y así fue como en 2014 contratamos al primer entrenador de “Personal Running”, Alfonso, un compañero de INEF y gran amigo, para que nos echara una mano. De esta forma es como nos dimos cuenta de lo importante que es creer en la gente, confiar en grandes profesionales y tener un buen equipo a tu lado para que el proyecto siga creciendo.

NUESTRO PRIMER “LOCAL”:
“Personal Running” nació con la idea de dar un servicio al aire libre, un servicio enfocado a la carrera (de ahí el nombre). Un servicio para encerrar a los deportistas en cuatro paredes no nos ilusionaba ni nos motivaba.
Pero, el concepto fue cambiando con el paso de los años. La filosofía se mantenía: el ejercicio y el deporte como estilo de vida, pero los clientes y deportistas que iban confiando en nosotros nos obligaban a adaptarnos a sus situaciones y no todos querían entrenar en la calle por lo que el entrenamiento a domicilio también empezó a ser cada vez más demandado.
Recuerdo la primera vez que hablé con Ana. Me llamó super ilusionada: le habían hablado muchísimo de nosotros y de cómo habíamos ayudado a tantos amig@s suyos. Ella sufría mucho de asma y tenía alergia al polen, la humedad y muchas más cosas que entrenando en la calle le impedían disfrutar del ejercicio. Tenía la ilusión de que nosotros fuéramos ese equipo que le ayudara a hacer del ejercicio su estilo de vida y que, por sus problemas físicos, no conseguía nunca llevar a cabo.




De repente, el destino nos tenía algo guardado y nos puso en contacto con un conocido de muchos años que nos ofreció su “trastero” para poder dar ese servicio “indoor” que nos rondaba por la mente.
El sitio era pequeño y por qué no decirlo, ilegal. No era un local, era un trastero muy bien acondicionado, con una pequeña sala de entrenamiento y un vestuario, pero no reunía las condiciones adecuadas para dar un servicio de entrenamiento personal. Pero ¿quién dijo miedo?.
Allí nos metimos y allí montamos una pequeña sala de entrenamiento muy bien equipada, una pequeña oficina y un vestuario de lo más “cuco”. Todo en 60 metros cuadrados.


Era el año 2016 y ese “trastero ilegal” se explotó y mucho. Allí estuvimos 3 años dando un servicio de calidad y atendiendo a todos los clientes y deportistas que confiaron en nuestro primer laboratorio, uniendo a la filosofía de entrenamiento al aire libre y a domicilio
el primer centro de entrenamiento personal de “Personal Running”.
LA COMBINACIÓN GANADORA:
PR “TRAINING CENTER” Y UN GRAN EQUIPO
Ese trastero “ilegal” hizo honor a su nombre y, tarde o temprano, tendríamos que irnos de allí.
Podemos decir que los años que estuvimos en este primer centro fueron de lo más exitoso y sobre todo el lugar donde más aprendimos a gestionar un negocio. Tocó seguir dando forma a la filosofía de PR, gestionar los clientes, gestionar un local y un equipo que no paraba de crecer.
Pero, como os decíamos arriba, llegó el momento de dar otro enorme y complicado paso. Ese paso en el que tienes que decidir si coger un local de verdad. Ese local que tiene un letrero a pie de calle y que conlleva unos gastos y una gestión importante. Ese local que es una apuesta muy arriesgada pero que te puede suponer un salto de calidad más en esta bonita aventura.
Y así lo hicimos, y en octubre de 2019 nació “Personal Running Training Center”.
Ahora lo vemos todo mucho más claro, y agradeceremos siempre a esa vecina del “trastero ilegal” que nos dio el empujón para decidir montar este espectacular y precioso centro donde damos un servicio de extrema y cuidada calidad y donde nuestros deportistas se sienten como en casa.
“PR Traning Center” no defraudó...
Pero sobre todo aparecieron un montón de clientes nuevos, atraídos por el nuevo espacio, atraídos por la filosofía de PR, vecinos del nuevo barrio donde estábamos y muchos amigos, familiares y conocidos de los propios clientes que ya teníamos. 2020 tenía pinta de ser un gran año y estábamos muy felices de haber dado este paso que estaba ayudando a tanta gente a sentirse bien.

UN 2020 INESPERADO.
Pero 2020 nos tenía preparados a todos un giro inesperado y supongo que ya sabéis de lo que hablo. El COVID-19 nos pegó una buena bofetada de la noche a la mañana a todo el mundo y, lógicamente, a nosotros también, que no la vimos ni venir. En cosa de 4 días pasamos de felicidad, ilusión, proyectos e ideas a echar las persianas del local. Aún recordamos ese viernes por la mañana cuando nos reunimos con Diego, Isa, Raúl y Carlos para comunicarles que teníamos que cerrar. Aún lo recuerdo y los ojos se me humedecen. Cuatro meses después de haber abierto un nuevo local, con todo lo que conlleva de tiempo, esfuerzo y dinero, teníamos que cerrar y aquello fue un auténtico mazazo para el equipo y para los clientes.
Fueron ellos, los propios clientes y deportistas los que nos hicieron ver que nos necesitaban. Teníamos que ayudarles a pasar el confinamiento mejor, a cuidarles, a entretenerlos, a seguir luchando por sus objetivos. Fue así como cogimos el timón del barco de nuevo y decidimos enderezar el rumbo y hacer todo lo que estaba en nuestras manos para continuar poniendo en práctica aquello que nos apasiona y nos mantiene vivos y felices: ayudar a las personas a tener una vida mejor.
Hemos podido sacar el lado positivo de esta situación y no ha sido otro que hacernos mejores entrenadores y adaptar un servicio nuevo a las circunstancias que estamos viviendo y que al mismo tiempo permiten ayudar a mucha gente que, por estar lejos de Madrid, no hubiéramos podido, o clientes que cuando tenían viajes de trabajo o se iban de vacaciones se quedaban sin poder entrenar. Todas estas barreras se han superado y nos han convertido en una empresa actualizada, renovada y única que va a poder darte el servicio que quieras, cuando quieras y donde lo necesites.
Todo esto, unido a un espectacular local de entrenamiento, un equipo único y muy profesional, una filosofía basada en el ejercicio como estilo de vida y un sueño que no tiene fin, nos hace más fuertes e imparables que nunca.