Una carrera es el culmen de una preparación y, en aquellas en las que llevamos meses (e incluso más, si tenemos en cuenta que carreras de larga distancia requieren de una experiencia de años), es muy fácil que nos pongamos nerviosos y estropeemos lo que llevamos preparando en el último momento.
Es muy común equivocarnos en uno o varios factores que influirán en nuestro rendimiento, desde la alimentación, el descanso, la organización previa o el propio entrenamiento. Por ello y para que no nos dejemos llevar por los nervios en el último momento, te traemos los errores más habituales en las horas previas en la preparación de una maratón, aunque también son válidas para cualquier otra distancia:
ME ENCAnta que los planes salgan bien
Todo objetivo que nos planteemos debería seguir un plan con sus pasos a seguir, su distribución temporal y su planificación. En todos estos meses de preparación, habrás seguido un control de los kilómetros, las series y el ritmo que debías seguir. Si no es el caso, estás comprando papeletas para rendir mal o lesionarte, si quieres no jugartela un entrenador te facilita el trabajo. Puede ser complicado seguirlo al 100%, pero donde debemos ser estrictos es en ceñirnos a lo que tenemos planificado para las últimas horas y para la propia carrera. En estos instantes, el margen que tenemos para corregir un error es muy pequeño, por lo que no podemos salirnos de lo que tengamos planificado. Un entrenamiento que hagamos en mal momento, con una excesiva carga, va camino de empeorar tu rendimiento e incluso lesiones.
Durante la propia carrera es donde no seguir ese plan puede suponer de forma más evidente fastidiar todo el trabajo realizado previamente. Un comienzo o un cambio de velocidad donde vayamos a un ritmo excesivamente rápido para nosotros hará que el resto de la carrera se vuelva un sufrimiento. Si tienes un ritmo que seguir debes ceñirte a él y dejar sólo el tramo final para poder apretar algo más dentro de tus capacidades.
Cíñete a lo que sabes (y a los que saben)
Una carrera o una competición no es lugar para probar estrategias nuevas. Da igual que tengan que ver con el entrenamiento, con el descanso o con la estrategia de carrera. Probar algo nuevo implica el riesgo elevado de que salga mal, poniendo en riesgo algo en lo que has puesto tiempo y esfuerzo durante tanto tiempo
Por lo general esto suele venir de escuchar un consejo de alguien «que sabe». Que a una persona le haya funcionado una cosa no quiere decir que vaya a servir contigo. Por ejemplo, la activación el día previo a la carrera puede venir bien a mucha gente, pero a lo mejor en tu caso sólo lleva a que te pases de carga y al día siguiente vayas más cansado. Para tener claro como actuar debes guiarte de lo que ha funcionado con mucha gente y para eso deberás escuchar a aquellos que tienen experiencia no sólo con ellos mismos, si no entrenando con otros. Para eso, se antoja fundamental tener un entrenador (y escucharle claro) que te haya guiado en el proceso y también en esos momentos finales.
Llevar todo organizado da seguridad
Parece una obviedad, pero saber dónde y cuándo vas a empezar a correr no es algo que dejar para última hora. En una cita importante donde los nervios entran en juego, equivocarse de parada, de salida o de hora puede ser muy fácil. Sobre todo si no lo tienes más que estudiado.
Prevenir antes que curar en este caso puede suponer no llegar tarde, equivocarse de cajón o de hora de salida. A veces pensamos que es algo que no nos puede pasar, hasta que nos pasa. Nos confiamos y acabamos saliendo detrás del coche escoba, sin la suplementación que nos tocaba tomar o sin desayunar por haber cometido algún error durante la organización del día o los dias previos. Hazte una lista de todo lo que necesitarás para el día de la carrera y un planning de cómo llegar y cuándo a la línea de salida, te ahorras preocupaciones de última hora.
Usa lo que tienes seguro que funciona
Seguro que has probado alguna prenda de ropa alguna vez y has tenido alguna pega, que te haya rozado, que te haya apretado o que no te ha quedado como esperabas. Pues imagina afrontar una competición que pueda durar horas corriendo con ese tipo de incomodidades. Como siempre, la respuesta es que uses lo que sabes que funciona. La ropa más usada que tengas de toda la preparación debería ser tu elección.
Misma idea y con mayor énfasis si cabe en las zapatillas. Probar un calzado nuevo el día de la carrera porque nos pega con los calcetines no parece lo más inteligente. Los pies son nuestro medio de transporte y no puede sufrir ni una sola avería durante el trayecto.
Catas no, gracias
Elegir una buena suplementación es una labor que debe resolverse previamente. Como hemos insistido numerosas veces en este post, hacer pruebas antes o durante de la carrera no es buena idea, y con la suplementación no iba a ser menos. En este caso, haber probado previamente en entrenamientos lo que vas a tomar en competición es clave para evitar cualquier tipo de problema durante la carrera. Por mucho que descubras un gel o unas sales buenísimas antes de la carrera, no es momento para probarlas. Ya tendrás tiempo de probarlos cuando prepares la siguiente.
Si tienes dudas en cuanto a que suplementación elegir, estate pendiente a nuestro siguiente post para estar al tanto de como elegir una buena suplementación para la competición.
Comida de seguridad
Si nos toca una competición fuera, añadimos un plus de incertidumbre que nos obliga a añadir un punto más a nuestra planificación: donde comer los dias previos. En este caso, y como ya pudiste leer en el post sobre alimentación que hicimos previamente, debemos primar los carbohidratos debido a su alto aporte energético (son nuestra gasolina). Por lo general, todos tenemos un plato que sabemos que nos gusta y además nos sienta bien, aquel que podríamos llamar comida de seguridad. Deberemos elegir algo lo más parecido posible a esto, para que no tengamos disgustos ni el día previo ni durante la competición. Cómo es lógico, no es buena idea incluir alcohol. Además de por lo obvio de sus efectos, el alcohol favorece la deshidratación, lo que influye en el rendimiento y en el descanso
Para evitar que nuestro estómago esté haciendo digestiones pesadas, lo ideal es evitar que se acompañen de grasas ni fibra en exceso, si acaso un ligero aporte de proteínas. Deberías elegir platos que tengan poco riesgo de sentarnos mal. Para después de la carrera, puedes elegir lo que más te apetezca
Todas estas recomendaciones no dejan de ser ejemplos de un sin fin de problemas que pueden surgir si no llevamos una organización clara para una competición de la magnitud de una maratón. Si quieres evitarlo, debes seguir la voz de expertos en la materia y de tu entrenador de confianza, sin perderte en mensajes de gente que no ha trabajado contigo durante esta preparación.