La semana santa se termina y empiezan los arrepentimientos por las torrijas, los excesos y sobre todo porque ya empezamos a ver el verano muy cerca.
«OPERACIÓN BIKINI»
En muy pocos meses querremos lucir bañadores y sentirnos bien con nuestro cuerpo, es por lo que ahora se da comienzo a la llamada “Operación Bikini”. En la cuál miles de personas tienen el propósito de mejorar su imagen a través de dietas milagro y entrenamientos con fines estéticos. Pero esto, ¿realmente funciona? Está claro que mejor tarde que nunca y es verdad que conseguiremos algunas mejoras a corto plazo, pero ¿ A qué precio?
Los milagros no existen , las pastillas para adelgazar y los entrenos mágicos tampoco. Bajar peso en muy poco tiempo no es saludable, ya que para conseguirlo en cortos periodos, debemos deshidratarnos y perder masa muscular. Realizando dietas muy restrictivas y entrenamientos poco apropiados a estos tipos de dietas.
Esto ocurre porque la operación bikini es una muy buena baza para el marketing fácil. Y por ello, se aprovecha para la captación de clientes en programas poco saludables y de corta duración con “Resultado seguro”.
La mayor parte de las veces, estos programas, no cuentan con profesionales realmente cualificados y priman el conseguir el objetivo a cualquier coste para la salud de los clientes. Así que es posible que consigamos nuestro objetivo con estos programas milagro pero después paguemos las consecuencias el resto del año. Ya que igual que se baja peso de manera poco saludable en poco tiempo, ese mismo peso se vuelve a ganar con mucha facilidad, las consecuencias de la deshidratación pueden ser peligrosas para nuestro organismo, así como la falta de nutrientes. En cuanto al entrenamiento, las posibilidades de lesión son altas y las posibilidades de que no queramos volver a realizar ejercicio son aún mayores.
Bueno pues la primera solución y la más correcta es llegar con los deberes hechos a la operación bikini, es decir, alimentarse de manera correcta y entrenar durante el resto del año para simplemente apretar un poquito más los últimos meses sin tener que realizar esfuerzos para los que no estamos preparados e incluso sobre esfuerzos peligrosos para la salud.
La segunda solución es ponerse a mano de profesionales tanto del entrenamiento como de la nutrición, para pautar objetivos realistas que respeten nuestra salud y nos beneficien en diferentes aspectos, ellos nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo de manera progresiva y siempre buscando el beneficio físico y mental.
En conclusión
No nos debemos dejar engañar por eslóganes que nos prometan objetivos poco realistas ,en poco tiempo. Tenemos que ser conscientes que una vida saludable no es cuestión de meses y que debemos ir de la mano de profesionales de la salud para conseguir nuestras metas de la manera más adecuada posible.