El dolor no es solo una sensación física. Intervienen otros elementos como actitudes, creencias, personalidad y factores sociales que pueden afectar el bienestar emocional y mental. Sabemos que aunque dos personas pueden tener la misma condición de dolor, su experiencia de vivir con dolor puede ser muy diferente.
Hemos oído hablar muchas veces del umbral del dolor pero realmente, ¿de qué se trata? Se puede definir como la intensidad mínima de un estímulo que despierta la sensación de dolor, es la capacidad que tenemos los seres humanos de soportar la sensación de dolor.
Bien, pues uno de los grupos que más conviven con el dolor son los deportistas. Es muy común ver a deportistas tanto amateurs como profesionales con dolor crónico en alguna parte de su cuerpo. De alguna manera acaban «acostumbrándose» y siguen entrenando. En muchos casos, vivir con este dolor es parte de su día a día y llegan a saber esquivarlo descartando tratamiento alguno que les alivie. Y está claro, que tener este dolor constante hace que nuestro entrenamiento sea cada vez menos eficiente y su rendimiento caiga paulatinamente.
Causas del dolor en deportistas
Independientemente de si se trata de un golpe, una lesión deportiva o un accidente, es imperativo acudir a un especialista. En muchos deportistas existe ya un dolor crónico originado de una lesión que no se ha tratado, que cuenta con un tratamiento inadecuado o con una prescripción insuficiente.
Así, si hay dolor en alguna zona específica del cuerpo, ejemplo; muslo, pierna o zona lumbar, etc., se debe hacer un diagnóstico no solo clínico, también un estudio bio-mecánico, electromiografía y/o resonancia magnética o lo que corresponda.
Posible origen del dolor
- Realización de un mal gesto durante la actividad física.
- Sobrecarga o por la realización de movimientos repetitivos habituales.
- Dejar la lesión sin tratar.
- No recuperar el tiempo adecuado.
- El daño ejercido sobre las fibras musculares. Agujetas de aparición retardada o DOMS es el nombre asociado a esta clase de dolor que suele tener un efecto retardado.
- El sobreentrenamiento, además de producir en ocasiones dolor, resta energía y afecta psicológicamente al deportista.
El fútbol, tenis y baloncesto son los deportes que más lesiones y dolor crónico provocan. Son deportes que exigen un sobreesfuerzo continuo con movimientos muy repetitivos siendo los músculos, articulaciones en rodillas y codos, esguinces y lesiones de manos y pies, las lesiones más habituales.
¿Qué hacer para no llegar a este problema?
En Personal Running os aconsejamos seguir estas recomendaciones para no llegar a problemas mayores.
- Si hay dolor, no forzar y dejar el entrenamiento.
- No realizar sobreesfuerzos exagerados.
- Es imprescindible realizar exámenes físicos con frecuencia.
- Necesario calentar sin excepciones.
- Recuperación completa de anteriores lesiones.
- Utilizar los servicios de un fisioterapeuta de manera preventiva. También ayudará a preparar la musculatura.
- La hidratación es muy importante.
Al margen de si eres deportista o no, lidiar con el dolor crónico no es sencillo. Además del lógico sufrimiento que provoca y el consecuente empeoramiento de la calidad de vida de quien lo sufre, este suele provocar muchos problemas a nivel psicológico y emocional.
Por estos motivos, más allá de la toma de los medicamentos prescritos para mitigar el dolor, los especialistas en dolor crónico aconsejan tomar una serie de decisiones importantes que ayuden a sobrellevarlo.
- Visitar a un médico especialista en dolor crónico.
- Pedir ayuda psicológica profesional que te ayude a manejar y canalizar tus emociones.
- Practicar la relajación. Permitirá rebajar los niveles de estrés de forma considerable.
- Buscar técnicas y acciones que ayuden a rebajar la sensación de dolor como ciertos masajes y otras técnicas pueden ayudar a rebajar la sensación de dolor.
- Como es frecuente que el dolor y los nervios provoquen problemas físicos como tensión muscular, o que la malas posturas que en ocasiones se fuerzan para minimizar un dolor provoquen otros, puede ayudar acudir a un fisioterapeuta o un masajista que te ofrezcan el tratamiento que precisas.
Busca apoyo y dedica tiempo a las actividades que te hacen sentir bien. El dolor crónico es limitante en la mayor parte de los casos, pero habrás de buscar el deporte que mejor se adapte al tipo de dolor que sufres. Consulta siempre con un profesional de la actividad física para que te oriente en el mejor entrenamiento que se adapte al tipo de dolor que padeces. Es muy importante estar dirigido por expertos para que el dolor no llegue a cronificarse.