Quien más y quien menos ha seguido con su entrenamiento en agua durante todo el año, hiciera frío o calor en la calle. Los apasionados a la natación y los competidores natos aprovechan cualquier época del año para poder así entrenar en el agua. Ahora que llega el calorcito, son más las personas que se lanzan al agua de la piscina o el mar para nadar un poco, y hay quienes necesitan mejorar su velocidad de nado rápidamente. El componente de velocidad en natación para un triatleta es extremadamente importante, ya que a diferencia por lo general con los otros dos segmentos, la primera parte se realiza prácticamente a la máxima capacidad durante los primeros segundos.
Esto tiene una explicación evidente, y es que cuanto menor sea la distancia de la que hablamos, más importancia cobrará en cuanto al resultado final.
Tratándose de triatlones distancia super-sprint, sprint y olímpico, ser capaz de nadar rápido los primeros metros de la prueba es clave para conseguir una buena colocación y llegar bien posicionado a la primera boya.
Sea la distancia que sea, también es importante trabajar la velocidad para ser capaces tanto de realizar lo que hemos descrito anteriormente, como cualquier cambio de ritmo que sea necesario durante la prueba.
Entrenamiento en series para mejorar la velocidad en natación
Te compartimos un ejemplo de como trabajar la velocidad en piscina:
600m nv suave
4 x 50/30 pn (25pro, 25 su)
4 x 50/30 br (25pro, 25 su)
8 x 25/45 crol (2 pro, 1 a tope, 2 su, 1 a tope, 2 regr)
3 x
- (6 x 15m + vuelta suave + 45” recup
- 4 x 20m + vuelta suave + 50” recup
- 2 x 25m + vuelta suave + 1′ recup
- 200m nv su)*
*Las series de 15 y 20m las haríamos desde abajo.
Las series de 25 desde arriba, entrando de cabeza.
Todo, a la máxima capacidad, tratando de respirar lo menos posible.
Como hemos dicho en posts anteriores, es importante recordar que según envejecemos nos hacemos más lentos, por lo que el hecho de ir dejando distancias cortas y especializarse en media o larga distancia, no es sinónimo de abandonar este tipo de trabajo.
Así mismo, no olvidemos que trabajando la velocidad también desarrollamos fuerza específica en el gesto concreto, lo que a la larga se traduce en economía.
Los nadadores necesitan potencia y fuerza para hacer más eficiente su desplazamiento en el agua, pero a la vez necesitan resistencia para soportar las cargas de entrenamiento. El objetivo de esta rutina es el fortalecimiento de todos los grupos musculares mayores y lograr un equilibrio y balance muscular mayor y adecuado.
Aunque un nadador utiliza en mayor proporción los músculos del hombro, brazo, pecho y espalda durante la brazada, unas piernas con fuerza y potencia la darán una mejor propulsión y harán más efectiva su patada. Los nadadores de pecho necesitan además tener una gran potencia en las piernas.